La renta básica, ¿verdad o mito?
En el artículo de hoy hablaremos sobre la renta básica, un
tema que da mucho que hablar pero del
cual todavía muchas personas no son conocedoras de esta propuesta.
Los dos escritores de este artículo debaten sobre el artículo
escrito por el economista Eduardo Garzón, donde mostraba su desacuerdo con la
RB. Analizan punto a punto sus razones y dan motivos para creer que el economista
no tiene razón.
La renta básica
universal (RBU), es una
forma de sistema de seguridad social en la que todos los ciudadanos
o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin
condiciones, ya sea desde un gobierno o alguna otra institución pública, además
de cualquier ingreso recibido de otros lugares. La recibe todo miembro de pleno
derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma
remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra
forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de
renta, y sin importar con quién conviva. En resumen, se define como el derecho
de todo ciudadano y residente acreditado a percibir una cantidad periódica que
cubra, al menos, las necesidades vitales sin que por ello deba contraprestación
alguna
El primer punto a tratar, es el del conocimiento de las
críticas de derecha sobre las de izquierda, que es rápidamente descartado por
los dos escritores debido a que los datos que utiliza el economista son datos
que también se aplican al otro grupo político. Por otra parte, están de acuerdo
con la frase donde afirma que hay capacidad suficiente para financiar la
medida, cosa que hasta hace poco era habitual negar tanto en los de izquierda
como en los de derecha.
Seguido a esto, encontramos la afirmación de Garzón, la
cual dice que cualquier defensor de la RB no propone una merma del Estado de Bienestar.
Fácilmente nuestros autores muestran la falsedad de esta. Según ellos,
defensores de derechas como Charles Murray, que propone una disminución del
Estado de Bienestar, y los de izquierda dicen que la RB es un ataque al Estado
de Bienestar, como Pavlina Tcherneva, que defiende el trabajo garantizado.
El Estado de
bienestar es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el
que se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización
social, según la cual el Estado provee servicios en cumplimiento de los derechos
sociales a la totalidad de los habitantes de un país.
A partir de estos dos puntos, creo personalmente que la
RB es algo que no debería verse afectado por partidos políticos ni sus
diferentes ideologías que se dan incluso dentro de cada partido.
Garzón sigue su artículo diciendo que la libertad de la
filosofía de la RB es ‘gana libertad y haz lo que quieras’ cuando debería ser ‘gana
libertad y contribuye a mejorar tu mundo’. A esto los dos autores le contestan
diciendo que esa es una manera de resumir una realidad completamente distinta a
la de su imagen predeterminada, diciendo que esas palabras no son más que
espacios huecos, deseos. El hecho de buscar una RB que presente y proteja los
valores de solidaridad y filantropía es prácticamente imposible en un sistema
capitalista que lo único que busca es el beneficio propio.
‘¿Para qué va a estar, por ejemplo, el dueño de un
pequeño comercio trabajando todo el día y cobrando no mucho más de 650€ si
tiene la oportunidad de no trabajar y cobrar los 650€?’ se preguntaba el economista
en su artículo, a lo que nuestros dos autores le respondían que el trabajo no
es empleo.
Seguidamente, Garzón afirma que la destrucción de muchos
empleos provocaría una disminución de los bienes, que además crearía tensiones
inflacionistas, es decir, los vendedores de esos bienes se ven tentados a
aumentar los precios para aprovecharse. Los autores dicen que este pensamiento
se presenta tanto en el patrimonio de la izquierda como en el de derecha.
Garzón confunde la RB Incondicional con el ‘valor añadido
a lo que se tiene’. Se ha demostrado que un 20% de los ciudadanos del mundo tiene
el 80% de la riqueza, mientras que 80% ahorra 20% de la riqueza. Los dos
autores afirman que Garzón no está lo suficiente informado para hablar de esos
temas.
La otra propuesta es financiar la RB a partir del 5% de
la población más rica hacia el 20% de la gente que tiene los ingresos menos
elevados que es más probable de llevar a cabo a través del sistema impositivo
progresivo y de les prestaciones del Estado del Bienestar.
La ‘trampa de la pobreza’ nos indica que cuando se nos
proporciona un subsidio condicionado necesitamos encontrar un trabajo
remunerado que implicaría la pérdida de este subsidio. En cambio, la RB,
funciona como un suelo, es decir, aunque realices un trabajo remunerado no perderías
ese subsidio.
El debate gira en torno a sobre qué tipo de RB se quiere,
y con qué objetivo.
Para que esto cambie, debemos presentar alternativas a la
gran brecha salarial entre los ricos y pobres, como por ejemplo destinar un 5% o 10% de los ingresos de los más ricos
al de los menos favorecidos, o el de implantar un límite en las cuentas de los
bancos y cuando se sobrepase ese límite que se cree la obligación de donar una
cierta cantidad a otras personas.
De este artículo podemos concluir que para poder
solucionar un problema como es en este caso la RB, es necesario tener la
suficiente información y tener consciencia del tema, que es lo que intentan
demostrar los dos autores de este artículo negando las afirmaciones del
economista.
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